Esta mañana, un bombardero ruso SU24 fue derribado por el ejército turco en la zona de la frontera de este país con Siria. Turquía arguyó una violación de su espacio aéreo pero Rusia lo niega, asegurando que la nave no salió del territorio sirio.
El avión cayó en el norte de la provincia siria de Latakia luego de que sus dos pilotos saltaran con paracaídas. Uno de ellos murió y el otro fue capturado por opositores sirios, según informaciones no oficiales.
“El Secretario General conmina a todas las partes relevantes a tomar medidas urgentes para reducir las tensiones y espera que se lleve a cabo una revisión amplia y creíble del incidente aclare los hechos y ayude a evitar que se repitan en el futuro”, dijo el portavoz de Ban.
Asimismo, reiteró el llamamiento a todos los actores que realizan actividades militares en Siria, especialmente a los que tienen operaciones aéreas a maximizar la medidas para evitar consecuencias no intencionales
Insistió también en su exhortación a las partes a tomar todas las medidas pertinentes para proteger a los civiles y evitar que haya víctimas entre la población.
Los preocupantes eventos de hoy subrayan nuevamente la importancia de unidad, cooperación y acción internacional contra la violencia extremista en la región, así como la urgencia de acordar una solución al trágico conflicto sirio, concluyó el comunicado de Ban.
Por solicitud del gobierno sirio, Rusia lleva a cabo operaciones militares aéreas desde septiembre pasado contra el ISIS y otras agrupaciones extremistas.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon Foto: ONU/Eskinder Debebe |
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