Con un suelo llano, distancias cortas y una infraestructura de
primer nivel, Holanda es el país ideal para ir en bicicleta.
Las calles no sólo están preparadas para disfrutar de un paseo
en bici, sino que han sido diseñadas alrededor de esta experiencia.
Holanda ha impulsado la bicicleta como medio de transporte desde
los años 70.
Hay leyes estrictas para sancionar a quienes provocan accidentes
en los cuales estén involucrados automóviles y bicicletas.
Muchas carreteras cuentan con vías aparte para bicicletas, sus
propios semáfotos y controles de tráfico.
Hay mas de 30 mil kilómetros de rutas para bicicletas.
La red de rutas nodales pasa por caminos inaccesibles al automóvil.
Los carriles para las bicicletas son anchos, están bien
pavimentados e incluso ofrecen el espacio suficiente tanto para circular en
paralelo como para poder rebasar de forma segura.
Hay cerca de 17 millones de personas y 22 millones de
bicicletas.
El uso de la bicicleta es un asunto cultural, no solo es para
distracción o deporte, es el medio de transporte para asistir al trabajo, a la
escuela, ir de compras.
Cuentan con grandes estacionamientos a las afueras de las
estaciones centrales de tren, metro o tranvía, pero igual las pueden estacionar
en cualquier poste de cuaqluier calle sin ser sancionados.
No hay estacionamiento para bicicletas concesionado. Aquí
estacionar la bicicleta en un gran parqueadero de bicis no cuesta absolutamente
nada.
Hay familias que poseen hasta tres bicicletas: una bicicleta
nueva, la que comunmente dejan en los estacionamientos de bicicletas; es vieja
por una razón: porque robar bicicletas, a decir de lugareños, “es un deporte
nacional”.
Otras bicis son dedicadas al entretenimiento de las familias, ya
sea bicis de carreras o para simplemente pasear.
No hay otro medio de transporte que a la gente le resulte tan
familiar como la bicicleta: conductores de automóvil, choferes de tranvía o
autobuses, e incluso para los peatones están acostumbrados a su
presencia.
Sin embargo, Holanda no siempre fue el país de la bicicleta. Una
de las razones que impulsó este tipo de modalidad es la crisis del petróleo
iniciada en 1973 dada la escasez de gasolina y el incremento de los costes
energéticos.
El uso de bicicleta es para todo tipo de persona y aquí no se
requiere de una lluvia de fotógrafos cada vez que un político se monta en un
vehículo de dos ruedas. Aquí lo más común, es ver al primer ministro llegar en
bicicleta a su ministerio.
El propio embajador de México en el Reino de los Países Bajos,
Eduardo Ibarrola, señaló que el uso de la bicicleta es lo más práctico para
trasladarse.
“Me toma 35 minutos en bicicleta llegar a a la embajada”,
declaró al filo de las nueve de la noche tras dar la bienvenida a un grupo de
periodistas mexicanos que acudieron a La Haya como parte de la cobertura
preparatoria a la visita que realizará el presidente Enrique Peña Nieto a fines
de mayo para cumplir una visita de Estado.
Fuente: La Crónica de Hoy
Holanda es el país de la bicicleta |
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