miércoles, 18 de mayo de 2016

CIDH observa "retroceso" de los derechos humanos en Gobierno interino de Brasil

18 de mayo de 2016

Washington, D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación ante decisiones adoptadas por el presidente interino de Brasil, Michel Temer, las cuales han considerado como un retroceso de impacto negativo en la protección y la promoción de los derechos humanos en el país.

Según la organización, la designación de un gabinete de ministros que no incluye a ninguna mujer ni a ninguna persona afrodescendiente, deja excluidos de los más altos cargos del gobierno a más de la mitad de la población del país. La última vez que Brasil tuvo un gabinete sin mujeres ministras fue durante la dictadura militar. Al respecto, el jefe de gabinete de  Michel Temer, Eliseu Padilha, declaró a periodistas: “Intentamos buscar mujeres, pero por razones que no necesitamos traer a colación ahora, lo discutimos y no era posible”. 
De acuerdo al Instituto de Investigación Económica Aplicada del gobierno federal de Brasil, los hombres blancos, que ocupan la totalidad de los cargos ministeriales del país, son el 21.9% de la población del país. Los grupos que quedaron excluidos del gabinete de Michel Temer, por su parte, son mujeres (51.4%) y hombres no blancos (26.7%). Asimismo, resulta alarmante la eliminación del Ministerio de la Mujer, Igualdad Racial y Derechos Humanos, el cual quedó subsumido como una Secretaría dentro del Ministerio de Justicia.

En adición a ello, la CIDH tomó conocimiento del anuncio del gobierno interino de aplicar una reducción de los fondos destinados a los programas sociales de vivienda, educación y combate a la pobreza. En este sentido, la CIDH recuerdó el principio de progresividad y no regresividad en materia de derechos económicos, sociales y culturales. En virtud de la obligación de progresividad establecida en el Protocolo de San Salvador, ratificado por Brasil en 1996, en principio le está vedado al Estado adoptar políticas, medidas, y sancionar normas jurídicas, que sin una justificación adecuada, empeoren la situación de los derechos económicos, sociales y culturales de los que goza la población. La precarización y empeoramiento de esos factores, sin debida justificación por parte del Estado, supone una regresión no autorizada por el Protocolo.

Medidas de Temer en Brasil, un retroceso en derechos humanos: CIDH


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