Ciudad de México.- La CNDH señaló que los expertos
coincidieron en la necesidad de implementar una política transexenal en el
manejo del agua, en beneficio de los ciudadanos en su conjunto.
Ciudadanos y gobiernos deben
trabajar juntos para garantizar el acceso al agua, concluyeron expertos durante
el Foro sobre el Derecho Humano al Agua en México y el Mundo, organizado por la
CNDH.
En un comunicado, la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) señaló que los expertos coincidieron en
la necesidad de implementar una política transexenal en el manejo del agua, en
beneficio de los ciudadanos en su conjunto.
Los programas oficiales, dijeron,
deben impulsar acciones concretas de los ciudadanos y los gobiernos, que ayuden
a generar planes de beneficio social amplio, más allá de temas políticos.
Durante el panel “Análisis de la
disponibilidad de agua a partir de estándares internacionales”, Rodolfo Godínez
Rosales, director de la Sexta Visitaduría de la CNDH, advirtió que este derecho
básico implica retos institucionales, legales, nacionales e internacionales.
Desde distintos espacios
gubernamentales y de la sociedad civil, se trabaja en una nueva ley de aguas y
para incorporar criterios internacionales a esa legislación interna, situación
en la que la Comisión Nacional estará atenta.
Lo anterior permitiría garantizar
el acceso al agua y al saneamiento, que son derechos humanos básicos, por su
interrelación, interdependencia, progresividad y universalidad, conforme lo
ordena el Artículo 4 constitucional.
Pero más allá de la ley, deben
haber políticas públicas y presupuesto para que la gente pueda,
específicamente, gozar de este derecho, acorde con un Estado democrático.
Advirtió que la disponibilidad
del agua en México va a la baja, pues en 1950 era de 17 mil 742 metros cúbicos
por habitante al año; mientras que en 2013 fue de tres mil 982 y para 2030 se
proyecta que sea de tan sólo tres mil 800 metros cúbicos por habitante al año.
En el año 2010, alrededor del 66
por ciento de la población mexicana se encontraba en situación de estrés
hídrico y además la escasez y sobreexplotación del abastecimiento de agua se
agrava por la contaminación.
En torno de la sobreexplotación
que realizan algunas empresas en entidades como la Ciudad de México, los
expertos coincidieron en que para otorgar esos permisos la autoridad debe tener
una base científica de largo plazo.
Tales medidas deben tomarse
porque importamos agua de zonas lejanas y el 40 por ciento se pierde en el
camino por fugas en la tubería de la red, fuera de los domicilios, y otro 25
por ciento se desperdicia en las instalaciones de las propias casas.
Fuente: Noticias MVS
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